¿Por qué debes de imprimir tu obra?

Porque tanto si eres un fotógrafo amateur, semiprofesional o directamente te ganas la vida con tu trabajo tras la cámara , te gusta controlar como se visualiza tu obra gráfica. Ves crucial representar tu obra tal y como la imaginaste cuando disparaste la toma.

Fotografía Commons de Marta Diarra
Fotografía Commons de Marta Diarra

Si ya has alcanzado cierto nivel técnico, probablemente te sonarán cosas como la calibración del monitor, la gama de reproducción cromática de éste e incluso cuentas con cartas de colores para perfilar la cámara en tus sesiones.  Tal vez  te dediques a la fotografía de producto o a las BBC. En cualquier caso, habrás «trabajado» tu obra en la pos-producción para, o buscar la fidelidad de color respecto al original o un efecto concreto y deseado de color.

Da lo mismo. Tú quieres que la persona que ve esa imagen la vea tal y como la pensaste. Y actualmente no existe otra manera de controlar esto mismo que imprimiendo en papel el archivo digital.

Fotografía commons de Enrique Méndez
Fotografía Commons de Enrique Méndez

Actualmente existen diferentes herramientas para gestionar el color en los diferentes sistemas. Normalmente, si somos usuarios avanzados dispararemos en RAW+JPEG y usaremos el Photoshop, el Lightroom o el Capture One para realizar el revelado digital. El Camera Raw de Adobe, por poner un ejemplo, usa el espacio de color RGB más amplio que existe: ProPhoto RGB. Este espacio de color no es muy útil para trabajar con él en el retoque porque ningún monitor puede representarlo. Simplemente es funcional para no perder mucha información cuando realizamos una toma, porque en ese momento pasaremos de una imagen natural en CIElab a una digitalización RGB. Una vez cumplida su función, habrá que realizar el revelado en ese espacio y finalmente guardar y traducir la información a un espacio de color más interesante como es el AdobeRGB si va para impresión o el sRGB si va para web. No obstante, guardaremos el RAW con toda su información si en un futuro hay que volver al archivo original.

Antiguamente, pasar al papel significaba perder color. Literalmente. Y esto sigue siendo así si se van a imprimir diez o quince mil catálogos o calendarios  con nuestras fotos en offset. Normalmente, usarán el espacio de color CMYK en alguna de sus variantes. Este modelo es más reducido que el AdobeRGB y en general las imágenes se verán un poco más tristes que en pantalla. Tal vez tengamos suerte y sea una imprenta que haya implementado los tramados estocásticos (FM)  o híbridos (XM) y un par de colores de apoyo (hexacromía) , pero esto suele ser  raro por el alto coste del producto final. He visto libros de fotografía así y son simplemente alucinantes. En la actualidad y con la inercia Low Cost de este país no creo que esta forma de imprimir un gran volumen en alta calidad progrese.

5479529023_46a986c1f5_z
Impresión de alta calidad con nueve cartuchos de tinta

Pero ahora tenemos el chorro de tinta para imprimir pequeñas tiradas. Y ahí sí que se ha conseguido reproducir el campo tonal del AdobeRGB a un coste comedido. Por 7 o 8 euros ya puedes imprimir tu obra en un DINA4 o un DINA3 con una fidelidad absoluta, contando además con una gama de papeles de altísima calidad como son los papeles de bambú o algodón. Esto aportará un plus de calidad a la imagen. Es totalmente factible elaborar un portafolio con nuestros trabajos fotográficos en un espacio de color que alcanzará en su gama tonal el AdobeRGB y donde mantendremos el control total de lo que se va a ver sobre el papel.

La durabilidad actual de los soportes papeleros libres de ácido y con un alto componente de algodón es de más de dos siglos. Además, los avances en las tintas de impresión han permitido que se supere la época de las tintas basadas en colorantes y se han desarrollado tintas pigmentadas, con una alta resistencia al paso del tiempo, a la degradación cromática y resistentes al agua. Si deseas que la persona objetivo de tu producto vea éste tal y como la has pensado, esta es la forma.

¿La alternativa? Tenemos el low cost: pantallas. Una información que nunca trascenderá del ámbito digital. Si nos hemos preocupado de calibrar nuestro monitor entenderemos la diferencia de color que existe entre la gama de monitores en el mercado. Actualmente esto es imposible de evitar y seguirá así por mucho tiempo. Solo hay que ir a una gran centro comercial y ver las desigualdades de color entre los televisores expuestos. Cada persona verá nuestra imagen de forma diferente según sea su dispositivo de visualización y no tendremos ningún control de esto. Con el problema añadido de las diferencias de tamaño que sufrirá si visualiza en la pantalla de un móvil, en un monitor o una tableta.

Por supuesto, para una difusión más general de nuestros trabajos siempre estarán los servicios del tipo Flickr o Instagram. Son elementos diferentes que se complementan a la perfección.

Iván R.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.