¿Te han robado la identidad digital o tus fotografías?

La información en internet es accesible de una forma muy sencilla. Cualquiera a estas alturas domina perfectamente las herramientas de navegación, subida y descarga de archivos desde y hacia  la Red. Estos datos, a su vez, nacen y mueren a una velocidad pasmosa. A diferencia del impreso, con un ciclo vital más extendido, la información digital viaja rápido y alcanza una difusión mucho mayor. No es por ello una sorpresa que muchas personas y organizaciones hayan descubierto aquí un nuevo campo de trabajo para lucrarse. Sin embargo, no todas las acciones son lícitas o cumplen con la normativa nacional respecto a los derechos de autor o la privacidad personal.

La mayor parte de los casos que nos llegan a la Asociación de Imagen Científica o directamente a nosotros como peritos responden a casos de robo de imagen y uso comercial, robo de imágenes directamente  y uso sin permiso, robo de identidad en redes sociales mediante material gráfico sustraído, etc. La casuística se repite habitualmente. El motivo es la facilidad con la cual es posible descargarse material de la red sin respetar ningún tipo de derecho de autor . Pero esto no es nuevo, de hecho diría que es más viejo que andar para delante desde que los primeros griegos de la Antigüedad copiaron a los egipcios sus diseños y los vendieron como propios. Es viejo, sí, pero nunca fue tan sencillo robar a los demás. Porque sí, la palabra adecuada es robar. Te roban tu intimidad, tu trabajo o directamente tu identidad.

datos digitales
Proteger nuestra información digital debería ser prioritario hoy en día.

A veces los casos no solo son digitales, ya que muchas veces el robo de un elemento digital termina impreso en algún sitio. En cualquier caso, la forma de actuar es la de recopilar las pruebas que afiancen nuestra postura en una demanda por derechos de autor. Todas las pruebas posibles. No hay que advertir a esta gente, porque recordad, la información digital mueren en ciclos temporales fulminantes. Una advertencia supone darle tiempo al ladrón a que borre las pruebas y oculte su rastro.

Porque sí, la palabra adecuada es robar. Te roban tu intimidad, tu trabajo o directamente tu identidad

La forma de actuar en estos casos es muy simple. Ponerse en contacto con un abogado e inmediatamente después, con los peritos en imagen forense. No hay que perder el tiempo realizando pantallazos porque la mayor parte de las ocasiones no servirán para nada;  existe mucha jurisprudencia ya al respecto. Las herramientas de captura digital, encriptado y sellado temporal son especiales

En el campo de las artes gráficas hace ya décadas que inventamos la imagen digital, que superó a su progenitor ciertamente, también  que se desarrolló el PDF como formato de archivo portable y eficaz. En el campo del diseño, mediante la experiencia de uso en  prototipado de aplicaciones y web en campos UX, los datos online son fácilmente exportables para su uso en programas de diseño y retoque. Parece por ello un paso natural el que como peritos se desarrollasen las herramientas específicas para luchar contra estos delitos digitales.

Protección de datos en la UE

Poder certificar estas capturas de información con un método que respete la cadena de custodia y sean pruebas totalmente válidas en un litigio es vital. Los medios impresos se pueden fotografiar y sellar mediante elementos HASH. Pero la información digital se captura con una hora y fecha determinada y se encripta en formato PDF mediante firmas digitales con cifrado AES de 256 bits. Estos archivos tienen completa validez legal en un juicio y son admitidos sin problemas. Es parte de la normativa ISO 27037 sobre adquisición,  preservación y cadena de custodia de la prueba digital En trabajos de acceso público como es la web, no es necesario el trámite de un ingeniero informático forense. Eso sería indispensable si hubiese que extraer la información de un ordenador, móvil/celular, o disco duro, con las garantías necesarias de trabajo. En cualquier caso, en la AEICF contamos con especialistas en este campo para estas ocasiones.

Una vez recopiladas todas estas pruebas en formatos de archivo adecuados, convenientemente encriptados, se procederá a realizar la valoración de daños y perjuicios propios de cada imagen, aplicándose un baremo propio por cada medio y difusión de la información sustraída. Aquí entran otras consideraciones, como el conocimiento de los campos de diseño y publicidad en medios. Es por ello que este tipo de periciales casi siempre son multidisciplinares e involucran a dos o incluso tres personas en el proceso de redacción. También es cierto que suelen ser muy agradecidas respecto a los resultados ya que no suele suponer ningún problema en los procesos judiciales, más allá de un lógico ajuste en la valoración económica que tal vez determine el magistrado/a.

No dude en consultar los métodos y protocolos que acompañan a estos trabajos de imagen forense y cualquier pormenor sobre tipología de robo de imagen digital.

 

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