ISO 12647, y lo complicado que es sacarle provecho

Tenía en mente la redacción de este artículo desde hace tiempo, tal vez unos años. Es ahora, con un poco más de perspectiva, que me he decidido a escribir un poco. Ya llevo veinte años en las artes gráficas y creo que tengo suficiente experiencia como para aportar mi opinión. Y la daré sobre la ISO 12647-2 y porque no debes de gastarte una pasta en implantarla. Básicamente, porque no te servirá para nada si dependes de un tercero para hacerlo. No ganarás más dinero. Tus trabajadores no serán más felices, creo que menos incluso.

Te condenso el tema y te pongo aquí la moraleja por si no quieres leer más: Ni se te ocurra pagar a una empresa externa para que te implanten la nueva normativa ISO de calidad en las artes gráficas. Lo cual no significa que no  intentes buscar un método de trabajar mejor Si no lo sabes, la norma se actualizó hace poco tiempo, la UNE-ISO 12647-2:2016, que es idéntica a la ISO 12647-2:2013 en su versión internacional. Me voy a referir siempre  en este artículo a la versión nacional. Si a estas alturas del texto no sabes que es la norma 12647-2, lo mejor es que vayas aquí y no leas más. Habré perdido un lector, pero se lo pasaré a los chicos de Cevagraf. Antes de que te vayas, recuerda que hago periciales de artes gráficas, por si necesitas un día… Ejem. Sigamos.

Voy a comentar de forma breve las novedades de la nueva normativa. No es relevante para la idea general de este escrito, pero me parece interesante hacer una pequeña referencia. Este artículo es el inicio de un anexo completo con comentarios que escribiré sobre las nuevas normativas gráficas y que incluiré en mi Experto universitario de la UNED en artes gráficas que empieza en noviembre de este mismo año. Va para la tercera edición.

Bien. No me extenderé demasiado. Se abandona el control de calidad de forma principal mediante densidades y se va hacia la medición de coordenadas CIELAB de las pastillas de control. También se tiene en cuenta el OBA del papel para elaborar los perfiles genéricos de impresión (más datos sobre este componente aquí). Esto obligará a usar métodos nuevos de medición (M0,M1,M2 o M3) y también significa que puedes tirar a la basura tu flamante espectrofotómetro de más de 2500 € que compraste allá por el 2010 o 2011. También se incluyen más sustratos como referencias. Antes eran cinco, ahora ocho. Estucado arte, estucado mejorado, estucado brillo, estucado mate, no estucado químico, no estucado calandrado, no estucado mejorado y no estucado estándar. Se actualizan las ganancias de punto para todos ellos y se toman en cuenta las características de las planchas de CtP (Computer to Plate) El tema parece algo confuso, pero la norma ISO te lo explica después con varios ejemplos de materiales y queda claro. No me referiré a los nuevos perfiles Fogra 51 y 52 que reemplazan al Fogra 39/29 y  que no recomiendo usar con instrumental de  medición que no discrimine el OBA del papel.

En el proceso, te tienen  cambiando cauchos, calibrando tinteros, midiendo tramas en plancha  y gastando papel que no veas hasta que un puñado de pliegos quedan perfectos. Muy bien. Y ahí termina la cosa.

Bien. Esto no va a ser una transcripción de la norma ni mucho menos. Es una interpretación personal sobre aspectos en donde está implicada. Hasta principios de siglo no hubo realmente unos procesos serios de control de calidad. Pude participar en alguno de ellos como técnico de impresión, en diferentes empresas, y no llegaron nunca a convencerme de sus bondades. En cierta forma, el marketing de venta lo ha convertido en un producto «milagro» que a la manera del bálsamo de Fierabrás mejorará tus ingresos de forma sensible. Fue una verdadera epidemia hasta 2008 o 2009, que la cosa se ralentizó un poco por la crisis y la percepción de que el retorno no era tan halagüeño como parecía.

Más o menos, el proceso se repite en el taller una y otra vez en pos de la búsqueda del dichoso sello de calidad. Te enseñan un aparato caro, un espectrodensitómetro.  Te explican los botones. Lo usas tres días y después el jefe de taller, una vez que el equipo externo de implantación se larga, lo mete en un armario con llave. No lo toques, que es caro de coj**es y si se rompe lo llevamos claro.  En el proceso, te tienen  cambiando cauchos, calibrando tinteros, midiendo tramas en plancha  y gastando papel que no veas hasta que un puñado de pliegos quedan perfectos. Muy bien. Y ahí termina la cosa. Ya eres ISO 12647-2 y eres la leche. Hasta que con el paso de los meses la cosa se relaja y  empiezas a  aguantar los cauchos unos miles de golpes más, cambian de papel a otra gama más barata, el tintero se desnivela  y el revelador se enveje un poco más de tiempo en la reveladora del CtP. Si tienes suerte y  te han instalado el CIP3 y el control de calidad en línea te acostumbrabas a trabajar con ellos y ahorras bastante tiempo. Y trabajas con densidades.

Control de densidades de forma manual en hoja Excell

Ahora la norma nos dice: «los valores densitométricos no definen un color con el grado necesario.» Y ya está. Lo que significa que si tienes un control de calidad basado en densidades, estás obsoleto si somo puristas.  Es fantástico para las empresas de consultoría. Vuelven y te enseñan la nueva gama de instrumentos compatibles con la nueva normativa. Pero los tiempos han cambiado, la larga sombra de la crisis en el sector gráfico es todavía muy larga. Estar certificado no ha supuesto una mejora considerable de trabajo en el pasado y ya lo sabes. Más bien es un gasto añadido, por la manera en que se hizo en el pasado y se sigue haciendo a menor escala. Lo cierto es que de rebote, este tipo de producto basado en sellos ha empeorado la implantación de una calidad «efectiva» en el sector gráfico nacional.

Mi opinión: yo considero que una actualización del hardware  a la nueva Norma de 2016   si ya tienes un control de calidad en línea ya instalado  no es muy útil. En la práctica, trabajar con coordenadas CIELAB para controlar el color es muy complicado en una tirada normal. La formación requerida es muy alta para interpretar esos datos «al vuelo». En la práctica , y es mi opinión, será un dato irrelevante.  Aparte de que no te asegura un mejor control de calidad respecto del uso exclusivo de densidades . Lo más probable es que en el futuro se vaya  hacia un sistema mixto de datos en pantalla (el TVI se mide con densidades, no lo olvidemos) donde el maquinista irá normalmente al más sencillo de interpretar, que es la densidad en  cada color de la cuatricromía. Lo único que puede controlar desde el pupitre  O un sistema «travestido» de densidades que en realidad lee dato espectral. Los aparatos de lectura en la actualidad ya ofrecen datos CIELAB de forma complementaria . Hay que recordar que ya no quedan densitómetros «puros».

Por supuesto, si vas a montar algo desde cero, la única opción lógica es implantar la nueva normativa ya que a largo plazo, será lo que perdurará. Aporta mejoras, eso es cierto.  Pero contratar, y ya entro en la segunda fase de mi artículo,  una empresa externa para que te monte todo esto no va mejorar sustancialmente tu productividad por diferentes razones. Una de ellas es que si se realiza de espaldas a la plantilla, con el tiempo se degradará y no servirá para nada. Escribo sobre la ISO 12647-2:2016 y una implantación global con toda la parafernalia que eso implica. El sello de marras, vaya.

Control de curva de impresión en escala tramada del 0 a 100%.

Voy tirar de experiencia. Los mejores resultados son los que se realizan de menos a más. Sin aparatosidad y sin grandes dispendios. Me explico. Con las densidades, controlas la masa de tinta en la barra de control  y llevas el impreso hacia la capa idónea. Pero esto es una parte del proceso, de igual forma que si estás leyendo mediciones CIELAB. Lo siguiente que deberías de  controlar es  la ganancia de punto, que suele ir en las pastillas de 40% y el 80%. Por mucho que lleves bien la densidad/datos colorimétricos si los medios tonos están mal, ganancia excesiva, el color del impreso sufrirá. Este dato se puede cruzar con el balance de grises, que te revela muchos más cosas y que es una información que yo suelo usar mucho. Por lo tanto, si lo que queremos es mejorar nuestro flujo de trabajo, habrá que ir al origen, al CtP. Comprometer un par de horas en la pre-impresión y pasar a controlar este proceso de forma interna. Con un densitómetro, otra vez,  podemos analizar las tramas en plancha, ajustarlas manualmente en las curvas del software de gestión y después medir en el pliego impreso  las pastillas tramadas en pasos de 10% desde el 0% hasta el 100% y controlar que los datos entran en margen de tolerancia. Si a eso le añadimos una capa de tinta correcta, tendremos el 80% de la ISO 12647-2 dominado y probablemente no necesites mucho más.

¿Tan complicado es incluir estas medidas en nuestro flujo de trabajo? ¿Es necesario contratar una empresa externa para eso? Está claro que la máquina debe de estar en condiciones. Si detectamos problemas de registro, deslizamiento o moteado, deberemos de corregirlo previamente, pero para eso no es necesario que venga nadie de fuera a decírtelo. Ya lo sabes.  Si después de todo este proceso, quieres leer datos CIELAB, pues, hazlo. Es un buen sistema cuando trabajamos con pliegos OK o pruebas de contrato. El densitómetro debe de estar siempre a mano. Se debe de usar día sí, día no. Hay que tener la luz correcta en máquina, tubos de 5000K de buena calidad y los monitores de pre-impresión calibrados. Pero, por favor, un colorímetro i1 Display Pro cuesta 200 € y es un aparato magnífico y no cuesta nada aprender a usarlo. Si tienes un plotter, hay que caracterizarlo cada tres o cuatro meses lanzando los parches y pasando el i1 Pro2 que te vino con el RIP y que seguro que no usas o tan siquiera sabías para se usaba. Y aunque es un poco aburrido, solo lleva una hora leer los parches. Y todo eso lo puede hacer la plantilla, lo debe de hacer la plantilla, anotando  cuando hay que realizar los controles e incluyéndolos en el calendario de actividades.

Si no eres capaz de planificar esto en tu empresa, ni se te ocurra pagar a una empresa externa para tomar un atajo. Este modo de operar ya se ha demostrado que funciona en escasa ocasiones. Pondrán todo al día y en tres meses volverá a ser lo que era antes:  un desastre. En el lapso, habrás perdido un buen dinero. Otra opción es contratar una empresa tercera para que forme a tu plantilla, que la tutorice,  y que ésta asuma el reto de planificar unas medidas de calidad duraderas en el tiempo. Este sería un itinerario más lógico si observas carencias de formación en tus empleados.

Saludos.

16 comentarios en «ISO 12647, y lo complicado que es sacarle provecho»

  1. Anónimo Responder

    Sin negar que (como en todo) hay que tener cuidado con quien se trata en ese y otros aspectos de asesoramiento técnico, tan sólo decirte que muchas de las cosas que comentas sobre la norma son inconcrecciones o falsedades. Sólo mencionar «Si después de todo este proceso, quieres leer datos CIELAB, pues, hazlo» dice mucho de lo que sabes de la norma y su aplicación. De verdad, mide mejor tus palabras porque el sector no necesita de tan baja calidad «informativa» sobre este asunto y escribe de forma menos soberbia ya que no te beneficia profesionalmente.

    • Iván Autor de la entradaResponder

      Hola, «Anónimo»:

      Si entramos en el terreno de la descalificación, poco se puede aportar al artículo. En mi opinión no hay soberbia, sino verdades recias, aunque realmente me he autocensurado en algunos momentos para no parecer un apóstata del sector o algo por el estilo. Es un artículo de opinión y no un ensayo. Cuando quiera exponer datos empíricos, lo haré si me parece que aporta algo. Ya tengo suficiente experiencia en el mundillo gráfico como para estar tranquilo sobre lo que escribo. En una cosa te voy a dar la razón, porque intuyo de que parte puedes formar parte, y es la de que en general mucha culpa no la tiene el que oferta servicios de asesoría/implantación de sellos de calidad, que más bien es honesto y vende un producto, sino el que los contrata sin un plan sólido de viabilidad y/o aprovechamiento y no tiene una idea clara de lo que necesita.

      Si te animas a contestar, me puedes responder una pregunta. ¿Si en 2009 ya se había revisado la ISO 13655 y se conocían los nuevos métodos de medición M0, M1, M2,.., porqué se seguían vendiendo espectrodensitómetros, software de control y sellos de calidad en 2010, 2011, 2012 e incluso 2013 que no cumplían esta nueva normativa? El eXact de X-Rite salió como novedad a finales de 2012. A la venta en 2013. Puedo imaginar que el comprador de una serie 500 de ese mismo fabricante, con un coste de mas de 3000 € y que pudo adquirirlo en enero de 2013 no debió de estar muy contento al revelarle tres meses después que tenía un bonito y caro ladrillo en una caja.

      Saludos cordiales.

      • Anónimo Responder

        Estar tranquilo y pretender parecer un «gurú antisistema» son cosas compatibles, incluso con afirmaciones un tanto dudosas.

        En la implementación muchas empresas necesitan ayuda porque, desafortunadamente, de media las carencias técnicas (tanto de formación como de recursos, además de organización) son enormes, incluso en aquello que se supone que trabajan a diario. Muchas de ellas tienen un certificado horizontal de gestión de la calidad, medioambiental o de cadena de custodia y, en realidad, lo único de lo que se preocupan es de poder vender el certificado. Eso aplicado a algo que debería enriquecer y optimizar su trabajo como es, resumiendo mucho, la aplicación de ISO 12647 supone en muchos casos una extraña mezcla de aquello que la norma dice con aquello que «les pide el cuerpo porque siempre se ha hecho así» y realmente es una forma de defender su desconocimiento.

        Contesto a tu pregunta con mucho gusto para demostrarte que te equivocas en tus afirmaciones. Aunque la norma ISO 13655 se publica en 2009 (actualmente en revisión para tu información) el iluminante M1 no figura en norma alguna hasta la edición de 2013 de ISO 12647-2 (actualmente también en revisión para tu información) y no tiene aplicación práctica hasta 2015 cuando se publican los perfiles Fogra 51 y Fogra 52 (sustitutos de Fogra 39 y Fogra 47 -no Fogra 29, que es al que sustituye-, respectivamente). En este párrafo tienes un ejemplo de conocimiento e información veraz y útil para el sector gráfico.

        Comprar un aparato desactualizado tiene tanto de engaño por parte del proveedor como de desconocimiento por parte del comprador, teniendo tanta culpa del que engaña como el que compra sin informarse bien primero. Es, al fin y al cabo, un problema de desconocimiento técnico generalizado que existe en este sector y del cual algunos se aprovechan de una forma u otra, aunque obviamente no todos. Por desgracia algo que no cambiará, aún menos con «artículos de opinión» como el tuyo.

        • Iván Autor de la entradaResponder

          Veo que entras a la corta distancia y buscar la letra pequeña, el mínimo error. Eso lo he escrito de memoria, pero parece que hay que poner la bibliografía, jeje. En fin. Vuelves a caer en desacreditar al contrario como herramienta; ya lo he visto antes. No obstante, creo que queda clara tu opinión, que has podido exponer sin cortapisas y que aquí queda para el quiera leerla. No entraré en ese juego.

          Por otra parte, en ningún sitio del artículo he creído dar a entender que las empresas de certificación engañen o estafen, sino que venden un producto que poco o nada tiene que ver con las necesidades reales de formación y calidad de una empresa gráfica en muchos de los casos que he conocido. Si tú no has visto esto, es que nos hemos movido por sectores diferentes. En lo que si estamos de acuerdo es en lo del problema de desconocimiento técnico generalizado que existe en este sector y del cual algunos se aprovechan de una forma u otra. Algo bueno se puede sacar de todo esto.

          Saludos.

  2. José María Responder

    ¿Por qué se sigue actualizando la norma si no es útil para el sector? Gracias

    • Iván Autor de la entradaResponder

      Hola, José María:

      La norma se actualiza porque era necesario hacerlo. La carga de OBA en los papeles comerciales se ha disparado en los últimos años y eso estaba distorsionando la lectura del color, sobre todo en el rango de los azules al interferir este componente, que absorbe la radiación UV y la devuelve en el espacio visible cercano. Esto, de rebote, hace que el aparato decida subir el amarillo para compensar y debido a eso el color general del impreso se resiente. Esto ha hecho necesario adaptar los aparatos de medición y usar modos de lectura que compensen esto. Son M0 (el de siempre) , M1 (el nuevo), M2, etc.

      Ahora bien, hubo más modificaciones en la norma, como es abandonar el patrón densidad como dato principal para controlar el color en tirada e ir hacia datos CIELAB. Y adoptar esto en un control de calidad en línea es complejo y la curva de aprendizaje es mucho mayor. Y una cosa es la teoría, que está muy bien, y otra la práctica. Y en la parte práctica no han pensado mucho y esta norma va a generar problemas de implantación a largo plazo.

      Por otra parte, el coste de reemplazo de los equipos de calidad (espectrodensitóemtros) instalados antes de 2013 es disparatado, cuando son inversiones realizadas en el último lustro. Se debería de haber ido a una solución técnica de transición. Pero claro, es mejor vender otro aparato y ya está. Flaco favor le hacemos a la reputación de la gestión de color en el sector empresarial gráfico si se sigue actuando así desde los organismos que se dedican a desarrollar esto. Es complejo y son muchos factores los que hay que valorar.

      Saludos.

  3. Paco Responder

    Enhorabuena por el artículo. Entiendo que podré seguir trabajando a densidad y ganancia sin problema. ¿Qué he de decirle al cliente que quiere los colores de su prueba Fogra certificada? Gracias.

  4. Iván Autor de la entradaResponder

    Hola, Paco:

    Vuelvo a repetir que es un artículo de opinión, no un ensayo técnico. Si somos realistas, cuando trabajamos con densidad de tinta, lo hacemos con datos CIELAB. ¿Por qué? pues, porque las tintas de proceso están estandarizadas. Para que una tinta esté normalizada según la ISO 2846-1:2006 debe de producir unos valores CIELAB determinados con la película de tinta idónea. Si observas la tabla 5.2 de esta misma norma, no habla de densidades, sino de coordenadas colorimétricas y nos aporta los valores y tolerancias para D50. Las densidades vienen después. Es por eso que podemos usar la capa de tinta como factor de control en la tirada.

    En la nueva norma, se sigue usando la densidad para en control de ganancia, pastilla de grises y dispersión de los medios tonos, etc. Eso no cambia. No puede hacerlo porque no se podría hacer sin leer densidades, vaya.

    Y después, ¿cómo tratar con un cliente que solicita colores según su prueba FOGRA? Te contestaré lo mismo que le repliqué a un comercial cuando estaba imprimiendo en una máquina de ocho colores y me vino con una prueba de color de 20 € que no coincidía en nada: Si yo tengo la máquina en condiciones idóneas, tanto en ganancia en tramas, como registro, deslizamiento, capa de tinta,PH del agua, etc el que tiene que adaptar la prueba de contrato al color real es la pre-impresión, no yo. Y me explico. Se debe de imprimir una prueba de color que represente la realidad de la máquina de impresión, no al revés. No voy a cambiar los parámetros de impresión correctos de una máquina para adaptarme a un pliego impreso en inkjet. No obstante, y dicho todo esto, si la máquina está en condiciones y la prueba se ha ejecutado bien, con un propósito colorimétrico absoluto y según el Fogra 39, el color no debería de desviarse en exceso.

    Una vez tuve problemas con un trabajo con una agencia de diseño porque los colores no coincidían con sus pruebas de color hasta que descubrimos que había trabajado el color en Japan web Coated sin percatarse de ello.

    Saludos.

  5. Rober Responder

    Holas a todos
    E leído el articulo y me ha gustado, sobre todo enterarme que habia salido una revisión en 2016 de la parte 7 de la norma.
    Hoy en día cuando una empresa se interesa en tener un control del proceso y recurre a empresas externas para que se lo hagan, las herramientas a emplear en dicho control realizan mediciones CIELAB, que luego mediante algoritmos las traducen en densidades de tinta, vease pressSign, GMG, etc.
    Entiendo que decirle hoy en dia a un maquinista que tiene que pasar de densidades e irse a valores CIELAB, salvo que la persona en cuestión sea muy espabilado o ya esté puesto en el tema por inquietud personal, ese proceso va a ser largo y tedioso, ya que entenderlo no es facil, al menos no lo fue para mi, y el costo de esta estandarización es muy elevado con respecto a la producción que se va a realizar, por que como bien decia Ivan, la cantidad de pliegos a utilizar, horas, etc para conseguir una «correcta» impresión es muy elevada y para nada viable economicamente hablando en una producción diaria, sólo por obtener dicho sello, que por cierto es de renovación o periocidad anual.
    Otra cosa que comentaba la persona del primer post es lo de las normas a seguir, que yo estoy de acuerdo en seguirlas y acatarlas y desde luego Ivan tambien por dedicarse a las pericias, pero que pasa cuando en la norma, indican un valor CIELAB de un color primario, ahora mismo no recuerdo cual, y el perfil PSO Coated v3 si no me equivoco en el nombre, que se corresponde con el Fogra 51, comparas dichos valores CIELAB de los primarios y en alguno te encuentras una diferencia superior a un delta 5 entre uno y otro, mi pregunta es, seguro que deseas aplicarla o instaurarla cuando ni ellos lo hacen de forma correcta???
    Bueno mis diculpas por este tochón.
    saludos

    • Iván Autor de la entradaResponder

      Hola, Rober:

      Estoy de acuerdo en todo lo que escribes. Si te dedicas a la producción, te das cuenta pronto de la dificultad de implantar de forma absoluta la ISO. Por momentos crees que los que han redactado la norma piensan que una máquina offset a 11.000 pliegos/hora es como una impresora inkjet donde puedas controlar la colorimetría en tiempo real al 100% y no es así. Los papeles son muy diferentes entre sí, los trabajos son distintos, las condiciones climáticas son distintas,…

      En mi trabajo teníamos el control de calidad Techkon y CIP3/4 basado en densidades y lo hemos actualizado a datos espectrales, aunque en la práctica, seguimos trabajando con la densidad porque es el único parámetro que puedes controlar en la máquina. Seguimos con la carencia del M1, pero hemos adquirido un lector manual que sí lo lee y hemos jubilado el 528 porque se queda corto. Las diferencias de color no son muchas. Seguimos con el Fogra39, eso sí.

      Sobre la última norma, lo cierto es que está habiendo una pequeña confusión en el sector, más cuando han liberado el Fogra 51/52, que se diferencia de la ISO. Y lo que dices es cierto. Según ellos son los perfiles válidos para la ISO 12647-2013 y los que deben de usarse si tienes los instrumentos adecuados.

      Saludos

    • Luis Manuel Responder

      Rober, implementar una norma y certificarse según la misma son cosas distintas.

      Una empresa puede implementar una parte de ISO 12647 pero no certificarse según ella. Eso sí, certificarse según ISO 12647 obliga a implementarla previamente y es útil para acreditar la validez de esa implementación de cara al cliente, ya que la certificación la realiza un tercero de forma objetiva.

      Lo que está claro es que ISO 12647 ha sido tremendamente útil para coordinar a los creativos, y especialmente la preimpresión y la impresión, cambiando (actualizando) la forma de trabajo y mejorando los procesos.

      En el día a día, el maquinista lo que tiene que hacer es seguir los valores de densidad de trabajo implementados y confirmar si esto permite trabajar dentro de las tolerancias de la norma (fórmulas Delta y un resultado «pasa» o «no pasa»). No es tan extremadamente complejo aunque, al final, la implementación debe identificar y solucionar las necesidades de formación.

      En cuanto al coste de su implementación, merece la pena. ¿Cuánto cuestan a final de cada año los arranques «infinitos» y los trabajos que hay que repetir por no conformidad del cliente? Sin contar la imagen que se da como empresa…

      • Iván Autor de la entradaResponder

        Hola, Luis Manuel:

        Sigo pensando que certificar la empresa según la Norma ISO 12647-2 es en parte una pérdida de tiempo y desde luego un absoluto fracaso si los técnicos no cuentan con la formación adecuada. Me he leído la norma como una docena de veces, soy docente, y no veo detallado por ningún sitio el proceso de cómo certificar un flujo de trabajo según esta norma. Si alguien lo ha visto en la ISO, que nos lo comunique.

        Yo he visto técnicos de implantación externos ordenar cambiar cauchos a los maquinistas, pedir ajustar al «aire» presiones y olvidarse de la máquina. Y eso está bien. Pero no es suficiente. Después estos técnicos se ponían a leer y leer las pastillas tramadas y modificar las curvas en el CtP con sus portátiles maravillosos buscando los diez preciosos pliegos perfectos para elaborar un perfil ICC y darte el sello de calidad. Aquel día decidí que no iba a seguir con esta gran obra de teatro que muchos se han montado.

        Para imprimir bien, debes de conocer los cauchos, su dureza en grados Shore A. Disponer de los medios adecuados -el durómetro- para medir la dureza de éstos, identificar la medida del rebaje de los cilindros usando el alexómetro de teja y calcular la suma adecuada de caucho/mantilla/pliegos normalizados. Apretar los cauchos con llave dinamométrica. Nivelar las baterías según manual y comprobar la dureza de la goma y el poro, para detectar cristalizaciones. Comprobar las camas de las planchas (si la máquina las lleva) que son diferentes en cada cuerpo para compensar circunferencias. Nunca son iguales entre cuerpos. Si no tenemos el manual, lo idóneo. hay que calcular el grosor con una simple fórmula trigonométrica. Una vez hecho esto, calcular la presión del papel midiendo con el micrómetro de exteriores o herradura el pliego previamente. Una vez que todo esté en orden, puedes ponerte a medir las tramas en las pastillas de 0 a 100 y ponerte a «tocar» las curvas en el CtP en cada sustrato, porque las ganancias son diferentes en papel offset, couché mate, brillo, volumen, etc.

        Si una empresa ha hecho todo esto y tiene la máquina en condiciones y las tramas en tolerancia, con una densidad más o menos estándar te va a salir el color de los trabajos en una gran proporción. Sin más parafernalia. Y eso suponiendo que la pre-impresión haya sido la correcta, que eso es para darle de comer aparte. Con que usen el Fogra 39 me conformo. Si empiezas a pedir UCR/GCR ya la gran mayoría empieza a bizquear.

        Como nadie nace sabiendo, yo recomiendo que un instructor de la marca de la máquina te haga la instrucción. Yo tuve la suerte de que mi empresa se tomó en serio el tema y nos trajo a un francés de manroland durante tres semanas a enseñarnos cómo preparar tu herramienta para que siempre esté en condiciones. Después me gustó la mecánica y seguí profundizando en el tema.

        Un saludo.

        • Luis Manuel Responder

          Iván, la certificación en ningún caso se especifica en la propia norma; por mucho que busques nunca lo encontrarás.

          Lo dice ISO «Certificación – la prestación por un organismo independiente de garantía escrita (un certificado) de que el producto, servicio o sistema en cuestión cumple requisitos específicos.»

          En el caso de ISO 12647-2, esos organismos independientes son Ugra, Fogra, etc. y cada uno de ellos puede verificar la conformidad con los requisitos de la norma siguiendo su propio esquema.

          De todos modos, se trabaja en una norma que defina un esquema de certificación también «normalizado».

          Estoy de acuerdo en que símplemente certificarse según cualquier norma es técnicamente absurdo pero, cuando la empresa se preocupa por aplicar y mantener un criterio de calidad definido, la certificación es importante.

          Es importante porque le obliga al productor gráfico a cumplir con los requisitos de la norma en cuestión y a mantenerse actualizado, y esto le da seguridad y garantía al cliente.

          Viene a ser lo mismo a lo que comentas en tu entrada sobre la selección de un perito y a cualquier formación reglada. Puedes contratar a un charlatán o a alguien que demuestra sus capacidades técnicas para hacer una peritación. En el caso de ISO 12647-2, de cara a un cliente es exáctamente lo mismo.

          • Iván Autor de la entrada

            Suscribo todo tu mensaje. Lamentablemente, poca gente en el sector opina como tú.

            Es una pena que las gerencias, que son los que deciden, no vean la normativa más bien como una base a desarrollar de manera interna por su plantilla y muchas veces se decidan a pagar dinerales por tomar «atajos» y a ver solo el aspecto publicitario del sello sin pensar a medio y largo plazo.

            Las asociaciones empresariales gráficas tampoco se preocupan mucho de mejorar los procesos de sus socios. La formación que ofrecen es patética en el mejor de los casos y el apoyo a la normalización más bien nula. Aquí en España en las artes gráficas funciona bien esa castiza frase de que cada perro que se lama su propio ci**te…

            Una pena. En fin.

  6. Luis Fco. Responder

    Hola Iván, muy buen artículo. Es de agradecer el que te den una visión global de un tema tan extenso y profundo como éste. Siempre nos encontraremos a gente con opiniones contrarias en éste tema, sobre todo en un gremio como el nuestro en el que hay tantos «creadores» de conceptos, técnicas y pensamientos «verdaderos» ;D. Pero incluso estos «creadores de verdades» son necesarios para hacernos pensar y así poder ir quedándonos con lo que más nos interese a cada uno.
    Repito mi enhorabuena.

    • Iván Autor de la entradaResponder

      Un lujo contar con tu comentario, Luis. Una persona que lo sabe «todo» en esta materia. Un fuerte abrazo.

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